Reflexiones de estudiantes de la UW
La educación es central entre las actividades de MÁS. Una iniciativa que nos emociona haber lanzado durante la Temporada de Arte y Educación Afrolatina fue la creación de puentes entre la academia y el trabajo comunitario. Sabiendo que la enseñanza y el aprendizaje también ocurren afuera del salón de clase, identificamos cursos y maestros en la Universidad de Washington que incluyeran contenido afrolatino en las clases ofrecidas durante el trimestre del otoño. Hicimos lo usual: anunciamos la temporada en salones de clase y a través de boletines, mensajes por correo electrónico, y otros medios. Pero algunos de los maestros diseñaron su sílabo en base a las actividades planificadas por MÁS; otros ofrecieron extra crédito a sus estudiantes por servir de voluntarios o asistir a los eventos comunitarios y otros hicieron que la participación activa con MÁS fuese un requisito.
Nosotros también queríamos hacer el espacio y los recursos de la universidad asequible a los miembros de la comunidad. Organizamos un festival de cine afrolatino y un conversatorio en el campus de la UW, eventos que reunieron a profesores, estudiantes y un público de la comunidad de edad diversa para conversaciones e interacciones únicas con líderes comunitarios. El evento de cierre de la temporada fue ¡otra cosa! Imagínense el Ethnic Cultural Theater de la UW mostrando danzas y música de 12 países diferentes y rebalsándose de colores, música, danza, amor… y gente (con pesar no pudimos permitir el ingreso de varias personas).
¿El impacto? Incalculable.
“… fue tan abrumador que no pude evitar algunas lágrimas…algo se despertó en mí. Comencé a reflexionar sobre mi propia experiencia de sentirme racialmente y culturalmente desplazada y la falta de sentido de pertenencia que marcó mi niñez” escribió un estudiante. Otro expresó: “mi vida ha cambiado para siempre”. Mientras que estos estudiantes originalmente habían planificado completar un requisito para sus clases este último estudiante decidió continuar y profundizar su aprendizaje sobre lengua garífuna por medio de clases más allá de la temporada de otoño. Escuchamos a muchos decir lo que este estudiante dijo, que “…a pesar de que mi comunidad racial no es afrolatina, me impactó ver el poder del arte en unir a la gente”.
Otros estudiantes reflexionaron por medio del diseño de módulos de enseñanza para talleres, artesanía e inclusive poesía como:
“Movimiento y alegría”
Caras, amistad, talentos y culturas intercambiando
En una genuina muestra de participación orgullosa
Individuos se unieron como un todo
Para bailar, cantar, presentarse y jugar
En un programa repleto de curiosidad, variedad y alegría
Una comunidad sociable y sin fronteras se abrió para dar bienvenida a todos a que se unieran al espectáculo
En cada rostro, una sonrisa
Para mí algo nuevo, un teatro entero hipnotizaba a través de una simple magia
De trabajo duro, de cariño y esfuerzo realizado para crear algo más que nosotros mismos
El teatro lleno aplaudió y gritó compartiendo la alegría de los presentadores
Todos unidos como uno solo
Otras reflexiones fueron exploraciones de temas como “resistencia e identidad en la capoeira” o “la organización y apoyo del feminismo afro-brazileño”. En general, los estudiantes expresaron la simple alegría de sentir el arte. “… Estaba completamente sumergida en el sonido de la voz de Mirta y la emoción en ella. A pesar de no entender las letras [de las canciones], los ritmos de la milonga y el candombe hablaban por sí mismos. Mi parte favorita de la clase fue sobre todo poder tocar los tambores. La muestra del documental Tango Negro fue mano a mano con el taller”.
Los estudiantes y profesores que participaron en la Temporada de Arte y Educación Afrolatina mencionaron una y otra vez que experiencias como estas deberían ser requisito para estudiantes universitarios. “Hay tanto allá afuera y yo aprendí tanto” dijo un estudiante mientras otro concluyó “este evento fue definitivamente el punto máximo de mi semana, si no ¡de todo el trimestre de otoño!”